La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) ha recomendado la implementación de estrictas medidas de seguridad en todas sus instalaciones y las de sus equipos, tras el reciente tiroteo ocurrido en su sede de Manhattan, Nueva York, que dejó cuatro muertos, incluido un agente de policía fuera de servicio, y un herido grave.
En un documento interno enviado a dueños y presidentes de equipos, la NFL establece tres protocolos principales: realizar evaluaciones de amenazas actualizadas para identificar y mitigar riesgos, garantizar la presencia permanente de agentes armados en sus instalaciones cuando haya jugadores o personal, y aplicar controles de armas para ingresar a las instalaciones, similares a los que se llevan a cabo en días de partido.
“El comité reconoce que estos cambios afectarán las operaciones diarias y requerirán inversión de tiempo, coordinación y recursos, pero no hay mayor prioridad que la seguridad y la sensación de seguridad de nuestros jugadores, entrenadores, personal y todos los que trabajan en nuestras instalaciones y sus alrededores”, señala el comunicado.
El tiroteo ocurrido el pasado 28 de julio en el edificio de oficinas ubicado en el 345 de Park Avenue, que también alberga oficinas de importantes firmas financieras, ha sido el detonante para que la NFL fortalezca sus protocolos. Shane Tamura, el agresor, mató a cuatro personas antes de suicidarse, incluyendo al agente de policía Didarul Islam, reconocido como un héroe por sus colegas.
Como medida preventiva, las oficinas de la NFL permanecerán cerradas temporalmente, con el personal trabajando de forma remota. La liga informó que en la próxima reunión del 26 de agosto revisarán de forma más completa los nuevos protocolos de seguridad.
