Petra Herrera, nacida el 29 de junio de 1887 en San Pedro de las Colonias, Coahuila, es considerada una de las mujeres más valientes y destacadas de la Revolución Mexicana, ya que a lo largo de su vida, rompió barreras de género y se convirtió en un símbolo de lucha y resistencia, no solo por su valentía, sino también por su habilidad táctica y su determinación para luchar por la causa revolucionaria.
Petra Herrera comenzó su participación en la Revolución Mexicana disfrazándose de hombre, adoptando el seudónimo de Pedro Herrera, lo que fue fundamental en una época en la que la participación de las mujeres en el ejército estaba limitada a roles secundarios como cocineras, enfermeras o mensajeras.
Acompañó al ejército de Francisco “Pancho” Villa, destacándose como líder en el campo de batalla, especialmente en tareas de estrategia militar. Petra no solo fue una combatiente valiente, sino que también comandó una brigada compuesta por hombres, y más tarde, formó una unidad exclusivamente femenina, que se convirtió en una de las primeras en su tipo dentro de las fuerzas revolucionarias.
Durante las batallas, una de las principales tácticas de Petra fue la voladura de puentes, una acción que jugó un papel crucial en la segunda batalla de Torreón (1914). Gracias a su valentía y astucia, Petra Herrera logró que su brigada fuera clave para la victoria del ejército villista. Además, sus capacidades para planificar y ejecutar estrategias sorprendieron tanto a aliados como a enemigos, consolidando su reputación como una excelente táctica militar.
Tras un tiempo en las filas villistas, su identidad como mujer fue revelada, lo que causó que Villa, como muchos otros, la excluyera de sus filas. A pesar de este rechazo, Petra no se dio por vencida y continuó luchando. Se unió a las fuerzas de Venustiano Carranza en 1917 y, a pesar de las dificultades, siguió desempeñando un papel fundamental en el conflicto, incluso trabajando como espía en Chihuahua, donde se infiltró bajo la apariencia de una camarera.
Petra Herrera murió en 1917, después de ser atacada por bandidos, quienes le causaron graves heridas. Aunque inicialmente sobrevivió, las heridas fueron fatales y falleció poco después.
La muerte de Petra fue un trágico final para una mujer que había luchado incansablemente por su patria, pero también marcó un hito en la historia de la Revolución Mexicana, al ser un símbolo de la valentía femenina.
