¿Interpretarán los androides las ovejas eléctricas? / IA y salud mental

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Inteligencia artificial como guardián de la salud mental

Edilberto Aldán

Un cazador retirado es obligado a regresar al servicio para eliminar a un grupo de replicantes rebeldes, durante su misión, Rick Deckard se encuentra con Rachael, una replicante que no sabe que lo es. Deckard y Rachael desarrollan una conexión, el blade runner se enfrenta a cuestionamientos sobre la naturaleza de la humanidad, la ética de su trabajo y su propia identidad, él mismo podría ser un replicante sin saberlo.

El Deckard interpretado por Harrison Ford es un reflejo de cómo un entorno distópico y un trabajo deshumanizante pueden erosionar el bienestar mental, si fuera humano, un profesional de la salud mental podría diagnosticarle Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), derivado de su experiencia laboral y su exposición constante a la violencia: Depresión Mayor, reflejada en su apatía, aislamiento emocional y consumo de alcohol, como mecanismo de afrontamiento disfuncional; Estrés Moral, vinculado a su conflicto ético sobre “retirar” replicantes.

En Blade Runner, la película de Ridley Scott, se emplea la prueba Voight-Kampff (test de empatía), un examen psicológico que permite comprobar si alguien es un humano o un replicante de acuerdo a la respuesta emocional del examinado, si hay ausencia de empatía es un replicante. La película transcurre en 2019, de ocurrir en este momento, otra sería la solución para Rick Deckard, podría recibir tratamiento con apoyo de la inteligencia artificial. 

Salud Mental e Inteligencia Artificial

La salud mental es uno de los principales desafíos de salud pública global, por los avances en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), es considerada ya como una herramienta disruptiva capaz de cerrar brechas históricas en la atención y el tratamiento. El 85% de las personas que padecen trastornos mentales no reciben tratamiento, la situación se agrava por la escasez de profesionales, existen apenas 13 especialistas en salud mental por cada 100,000 personas, sin considerar que esta cifra cambia entre países desarrollados y en vías de desarrollo, lo que revela profundas desigualdades y la necesidad de democratizar el acceso a este servicio.

Una crisis de atención agudizada por la pandemia

Antes de la pandemia de covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimaba que mil millones de personas en el mundo padecían trastornos mentales o por abuso de sustancias. La crisis sanitaria global exacerbó esta problemática: los casos de depresión y ansiedad aumentaron. La escasez de recursos humanos para atender esta creciente demanda es alarmante: en los países de ingresos bajos, la proporción de profesionales de salud mental puede ser hasta 40 veces menor que en los países desarrollados. La falta de acceso a tratamiento no solo compromete la calidad de vida de los pacientes, sino que perpetúa estigmas y desigualdades estructurales. 

La IA como herramienta complementaria

Los avances en IA están transformando la salud mental con aplicaciones que abarcan desde la monitorización continua de síntomas hasta la terapia conversacional con chatbots. Ejemplos como Woebot, un chatbot diseñado para ofrecer apoyo basado en terapia cognitivo-conductual (TCC), ya están mostrando resultados prometedores. Además, algoritmos de machine learning permiten analizar patrones de comportamiento y lenguaje para detectar trastornos como depresión o ansiedad en etapas tempranas.

El uso de la IA podría escalar los servicios de salud mental a nivel global, aumentando hasta en un 30% el número de personas que reciben tratamiento, sin embargo, el objetivo no debería ser reemplazar a los profesionales humanos, sino complementarlos. Este enfoque híbrido podría liberar tiempo para que los terapeutas se concentren en la atención empática y personalizada.

Aplicaciones de la IA en salud mental

El potencial de la IA radica en su capacidad para escalar servicios, personalizar tratamientos y proporcionar soporte en tiempo real, en la actualidad existen diversas aplicaciones de la IA en este campo:

  1. Chatbots conversacionales: Herramientas como Woebot utilizan principios de terapia cognitivo-conductual (TCC) para ofrecer apoyo a personas con ansiedad, depresión o estrés. Estos chatbots están disponibles las 24 horas y permiten intervenciones inmediatas, aunque su efectividad a largo plazo depende de su integración con terapias tradicionales. Además, no sustituyen a los terapeutas humanos, sirven como complemento en momentos de crisis.
  2. Detección de trastornos mediante análisis de datos: Algoritmos de machine learning pueden analizar patrones en redes sociales, biomarcadores o comportamiento online para detectar signos tempranos de depresión, ansiedad o riesgo de suicidio. 
  3. Análisis de voz y lenguaje natural: La IA está mejorando los análisis de voz y lenguaje para identificar estados emocionales y mentales. El análisis de patrones de habla, velocidad, tono y contenido lingüístico puede ayudar a identificar síntomas de ansiedad, depresión o trastornos cognitivos.
  4. Intervenciones digitales y gamificación: Las aplicaciones de gamificación impulsadas por IA están siendo exploradas para mejorar el compromiso en tratamientos de salud mental. Juegos y aplicaciones que motivan a las personas a participar activamente en su terapia, mejorar su bienestar y alcanzar objetivos terapéuticos se están desarrollando para hacer que el tratamiento sea más accesible y atractivo.
  5. Psicoterapia personalizada: Los sistemas de IA permiten ajustar las técnicas terapéuticas a las necesidades individuales en tiempo real, basándose en el progreso y las respuestas emocionales del paciente.
  6. Realidad Virtual y Aumentada: se utilizan para tratar fobias y trastornos de ansiedad mediante terapias de exposición en entornos controlados.
  7. Wearables y monitoreo continuo: Dispositivos como relojes inteligentes pueden recopilar datos sobre sueño, frecuencia cardíaca y actividad física, alertando sobre cambios emocionales y proporcionando información en tiempo real a los terapeutas.
  8. Psicoterapia personalizada: La IA ajusta las intervenciones en función del progreso del paciente, optimizando los resultados a largo plazo.

Los desafíos de un enfoque basado en IA

A pesar de su potencial, el uso de IA en salud mental plantea ciertos desafíos, como la incapacidad de la tecnología para replicar la empatía y el vínculo humano, así como los riesgos asociados al manejo ético de datos sensibles y la posibilidad de perpetuar sesgos en los algoritmos.

Otro desafío es la brecha tecnológica. En regiones con recursos limitados, la falta de acceso a dispositivos o conectividad puede impedir que las personas se beneficien de estas herramientas. 

Uno de los principales desafíos de la IA en el tratamiento de la salud mental es su incapacidad para replicar la empatía y la comprensión emocional de un terapeuta humano, si bien los algoritmos pueden ser capaces de analizar emociones a través del lenguaje y el tono de voz, la experiencia subjetiva del paciente requiere de una conexión humana para lograr un avance terapéutico. 

También plantea desafíos relacionados con la privacidad y la confidencialidad de los datos. Las herramientas digitales que recogen información de los pacientes deben cumplir estrictamente con las normativas de protección de datos. La recopilación y análisis de datos personales sensibles, como el estado emocional o las interacciones personales, exigen una gestión ética y segura para evitar la exposición o el mal uso de la información.

Además, existe la preocupación de que la dependencia de la IA para el diagnóstico pueda llevar a un sobrediagnóstico o a una interpretación incorrecta de los datos, los sistemas y algoritmos de la inteligencia artificial no están exentos de sesgos, si los datos no son representativos o contienen sesgos inherentes, el sistema podría generar diagnósticos erróneos.

¿Un guardián prometedor?

La IA puede ser una herramienta poderosa para abordar la crisis global de salud mental, pero solo si se usa de manera ética, responsable y en conjunto con los profesionales humanos. En última instancia, la verdadera solución radica en equilibrar lo mejor de ambos mundos: la innovación tecnológica y la conexión humana.

Con un enfoque colaborativo, se podría transformar la pregunta planteada por Philip K. Dick en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? en una afirmación esperanzadora: no solo interpretarán las ovejas eléctricas, sino que también cuidarán del bienestar humano en un mundo cada vez más digitalizado.

@aldan para Magnífica

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