El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, defendió este viernes ante la Asamblea General de la ONU la ofensiva contra Hamás en Gaza y aseguró que su país ha “destruido gran parte de la máquina terrorista” del grupo islamista. Subrayó que Israel “terminará el trabajo lo más rápido posible” y reiteró su negativa a aceptar un Estado palestino, al que calificó de “suicidio nacional” para su nación.
“Darles a los palestinos un Estado es como darle un Estado a Al Qaeda después del 11 de septiembre, no lo vamos a hacer”, declaró el mandatario israelí en un discurso desafiante, en el que también acusó a la Autoridad Palestina de ser una institución “corrupta hasta la médula”.
Protesta diplomática en la ONU
La intervención estuvo marcada por un gesto diplomático inusual: decenas de delegados de distintos países abandonaron el recinto en cuanto Netanyahu subió al estrado, dejando numerosos asientos vacíos en una de las comparecencias más esperadas de la semana de alto nivel.
Mientras tanto, un grupo de israelíes y judíos, identificables por kipás y lazos amarillos en solidaridad con los rehenes, aplaudieron y vitorearon desde los balcones, tratando de contrarrestar la protesta.
En paralelo, cientos de personas se manifestaron en el centro de Nueva York para rechazar la presencia de Netanyahu, en una ciudad que alberga la comunidad judía más grande del mundo fuera de Israel y que hoy refleja divisiones internas debido a la guerra en Gaza.
Mensaje directo a Gaza
El gobierno israelí instaló altavoces en la frontera para transmitir el discurso en tiempo real a la población de Gaza. Según Netanyahu, el mensaje también fue difundido por medios controlados en la Franja, con el propósito de que “los ciudadanos de Israel, los soldados y todo el mundo escuchen nuestra verdad”.
El premier, además, elogió repetidamente al presidente Donald Trump, a quien consideró su principal aliado político y militar en la región.
Críticas y aislamiento
Netanyahu habló frente a filas de asientos vacíos, en un contexto de creciente presión internacional para que detenga la guerra, que se acerca a su tercer año. Países como Canadá, Australia, Reino Unido y Francia han reconocido a Palestina como Estado, mientras que la Unión Europea evalúa sanciones económicas contra Israel.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) consideró que el abandono de delegaciones en la ONU evidencia el “aislamiento internacional” del gobierno israelí. “Netanyahu tendría que estar en prisión por criminal de guerra, no en Naciones Unidas”, señaló su portavoz Taher al Nunu.
El discurso de Netanyahu también estuvo acompañado de símbolos: mostró un mapa de Medio Oriente marcado a mano y portó un pin con un código QR que dirigía a un sitio web sobre los ataques del 7 de octubre, creado para reforzar su narrativa en el escenario internacional.