La crisis humanitaria en Gaza alcanza niveles alarmantes, ya que uno de cada tres niños que habitan en la ciudad y en el norte del enclave padece desnutrición severa, alertó Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
De acuerdo con los registros médicos de la organización, la falta de alimentos está dejando a miles de menores sin posibilidades de sobrevivir. “Cada día aumenta el número de personas que mueren de hambre”, señaló Lazzarini, quien advirtió que la situación podría empeorar en las próximas semanas.
El funcionario calificó la emergencia como “una hambruna fabricada y deliberada”, acusando que los alimentos están siendo utilizados como arma de guerra. Desde que finalizó la tregua entre Israel y Hamás en marzo, la población palestina ha quedado cada vez más debilitada: más de 200 personas ya han perdido la vida por inanición y los casos de desnutrición infantil severa se han multiplicado por seis.
Lazzarini advirtió que, en caso de una nueva ofensiva israelí, muchos habitantes ni siquiera tendrán fuerzas para desplazarse hacia el sur. También denunció que cientos de palestinos han muerto tratando de conseguir víveres en los puntos de distribución de la llamada Fundación Humanitaria para Gaza (FHG), impulsada por Israel con apoyo de Estados Unidos. Según dijo, este sistema no alcanza a los más vulnerables, pues obliga a recorrer largas distancias bajo el sol y cargar cajas pesadas de alimentos de regreso.
A pesar de las restricciones impuestas por Israel, la UNRWA asegura que mantiene en funciones a sus 12 mil trabajadores en el enclave, quienes atienden necesidades básicas como servicios médicos, acceso a agua potable, gestión de residuos y refugio para más de 100 mil personas.