Este viernes 15 de agosto de 2025, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, se reunieron en la base militar Elmendorf-Richardson, en Anchorage, Alaska, para su primera cumbre desde que Trump regresó a la presidencia. La reunión comenzó a las 11:00 de la mañana hora local y se perfila como un encuentro clave para discutir la guerra en Ucrania y la seguridad en Europa.
La cumbre llega después de más de tres años y medio de conflicto en Ucrania, donde las posturas de ambos bandos siguen muy distantes. Rusia exige que Ucrania ceda territorios en el este y sur del país, incluyendo Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, además de mantener Crimea. Moscú también pide garantías de neutralidad y desmilitarización, así como la eliminación de sanciones internacionales y la protección de los derechos de los ciudadanos rusos.
Por su parte, Ucrania rechaza estas exigencias y considera inaceptables las concesiones territoriales. El presidente Volodimir Zelenski busca la retirada completa de las tropas rusas, el mantenimiento del suministro de armas occidentales y garantías de seguridad sólidas, incluyendo apoyo de la OTAN o la posible creación de un contingente militar internacional en su territorio.
En cuanto a la logística de la cumbre, Putin llegó a Anchorage después de hacer escala en Magadá, en el extremo este de Rusia, donde visitó autoridades locales y una fábrica. Trump partió desde la Base Conjunta Andrews en Washington a primera hora de este viernes, destacando en su red Truth Social: “¡Apuestas elevadas!”.
Las delegaciones de ambos países incluyen a figuras clave: por Rusia, Lavrov, Beloúsov, Siluánov, Ushakov y Dmítriev; por EE.UU., Marco Rubio, Howard Lutnick, John Ratcliffe, Scott Bessent, Karoline Leavitt, Steve Witkoff y el vicepresidente J.D. Vance. Según el Kremlin, las conversaciones podrían durar entre seis y siete horas.