La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) prepara la adquisición de casi 100 detectores de minas terrestres y metales para reforzar la seguridad de las tropas ante la creciente colocación de artefactos explosivos por grupos criminales.
A través de la licitación pública IA-07-110-007000999-T-543-2025, la Sedena busca comprar 46 detectores especializados en localizar minas explosivas y otros 46 dispositivos para identificar metales. Esta medida responde al creciente riesgo que representan estas amenazas, luego de que en mayo pasado ocho militares perdieran la vida tras la detonación de un artefacto explosivo artesanal en la zona limítrofe de Michoacán y Jalisco.
Los detectores solicitados deberán cumplir con especificaciones técnicas rigurosas: tener una longitud máxima entre 1150 y 1590 milímetros, pesar no más de 3.1 kilogramos para facilitar su transporte, y ser resistentes al agua, soportando inmersiones de hasta dos metros durante al menos 24 horas, lo que permite su uso en condiciones adversas.
Además, deben estar fabricados con acero de alta resistencia y contar con la fortaleza necesaria para soportar impactos y ambientes extremos sin deformarse. Los dispositivos también tendrán que ser inmunes a interferencias electromagnéticas y contar con una batería capaz de operar al menos 10 horas continuas, con una vida útil mínima de 24 meses de uso diario.
Con esta compra, la Sedena busca dotar a sus fuerzas armadas de equipos tecnológicos que ayuden a minimizar riesgos y proteger la integridad de su personal en zonas con alta presencia de explosivos artesanales.