La Comisión Nacional de Vigilancia del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó proponer al Consejo General una serie de modificaciones a la credencial para votar, con el objetivo de reforzar su seguridad y mejorar su accesibilidad, especialmente para personas con debilidad visual.
Entre los principales cambios que se plantean está la incorporación de una segunda fotografía en el reverso de la credencial, así como una muesca o relieve táctil que facilite su identificación a personas con discapacidad visual.
“Lo que se busca es ir avanzando y evolucionando con el modelo de la credencial para votar, para poderlo fortalecer, seguirlo fortaleciendo, que sea una credencial segura, que mitigue situaciones de falsificación, alteración o duplicidad”, explicó Alejandro Sosa, director ejecutivo del Registro Federal de Electores.
El anteproyecto, que fue aprobado por unanimidad por los representantes de todos los partidos políticos en la comisión, también contempla sustituir la tinta ópticamente variable (OVI) por una tinta termocromática, termoreactiva o infrarroja, tanto en el anverso como en el reverso del documento. Asimismo, se propone agregar un reactivo de imagen ópticamente variable conocido como Dovid.
Otro ajuste relevante es la actualización de los códigos QR de alta densidad, para incluir referencias específicas en el caso de credenciales para votar desde el extranjero.
A pesar de los cambios propuestos, se conservarían más de 16 elementos de seguridad que actualmente garantizan que la mica sea prácticamente infalsificable. Entre ellos se encuentran el grabado láser táctil (secure surface), fotografía fantasma, impresión arcoíris, fondos con patrones geométricos y microtexto, así como tintas reactivas a luz ultravioleta e infrarroja.
Sosa recordó que el INE expide cerca de 15 millones de credenciales al año y que, debido a su vigencia de 10 años, se requiere una renovación constante del documento. Por ello, insistió en que modernizar el modelo es fundamental para mantener su confiabilidad tanto como instrumento de identificación como para el ejercicio del voto.
Finalmente, se informó que el impacto presupuestal de estos cambios será contemplado dentro del proyecto de presupuesto del INE para 2026.