Fecha de nacimiento: 3 de noviembre de 1889
Lugar de nacimiento: Xochipala, Guerrero
Fallecimiento: 1984
Amelio Robles Ávila, conocido por muchos como uno de los personajes más complejos de la Revolución Mexicana, es recordado no solo por su valiosa contribución a la lucha armada, sino también por su importancia histórica como uno de los primeros casos documentados de una persona transgénero en México. Su vida fue un testimonio de resiliencia, lucha personal e identidad, en un periodo histórico marcado por profundas tensiones sociales y políticas.
Una infancia y juventud diferentes a las normas
Amelia Malaquías Robles Ávila nació en 1889 en Xochipala, Guerrero, en una familia acomodada. Desde joven, desafió las normas de género de su época, ya que en lugar de dedicarse a las actividades comúnmente asociadas a las mujeres de su tiempo, Amelia se entrenó en el uso de las armas y en el control de caballos, habilidades vistas como propias de los hombres. A pesar de una educación estricta y religiosa en un colegio para señoritas, desde temprana edad mostró signos de rebeldía, incluidos sentimientos y comportamientos que no encajaban con las expectativas de la sociedad conservadora de finales del siglo XIX.
El llamado de la Revolución
En 1912, cuando Amelia tenía 23 años, se unió a las filas del Ejército Libertador del Sur, liderado por Emiliano Zapata, aunque su motivo principal no fue tanto la causa agraria como el deseo de encontrar libertad y, más importante aún, de ser quien realmente sentía que era. Al ingresar a la lucha, solicitó ser tratada y llamada Amelio, adoptando ropa masculina y comenzando su transición hacia una identidad masculina. En este contexto revolucionario, encontró una oportunidad única para modificar no solo su entorno, sino su propia identidad.
La construcción de una nueva identidad
Amelio Robles no solo adoptó una apariencia de hombre, sino que también construyó una identidad social y corporal masculina. Según la historiadora Gabriela Cano, su transformación fue un proceso de “transitar de una identidad femenina impuesta a una masculinidad deseada”. Utilizó los recursos culturales disponibles, como la vestimenta masculina y una postura varonil, para afirmar su identidad. La Revolución Mexicana, al romper muchas normas sociales, le ofreció un espacio para vivir auténticamente.
Amelio Robles fue reconocido dentro de las filas zapatistas como coronel, un título otorgado por sus compañeros en la lucha armada. Sin embargo, este reconocimiento no fue oficial ante la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), que no le otorgó una pensión militar ni una condecoración formal. Pese a esto, su identidad como hombre fue respetada y, en 1974, la SEDENA lo condecoró como Veterano de la Revolución Mexicana, un acto simbólico que consolidó su identidad de género masculina en la historia oficial.
La vida después de la Revolución
Después de la Revolución, Amelio continuó su vida en el Ejército Mexicano, donde su identidad como hombre fue finalmente reconocida oficialmente. Gracias a su relación cercana con el general Adrián Castrejón, su identidad fue aceptada y respetada, lo que le permitió vivir como el hombre que siempre había querido ser. A lo largo de su vida, mantuvo varias relaciones sentimentales con mujeres, incluida Ángela Torres, con quien adoptó una hija.
A pesar de los avances en su reconocimiento, Amelio enfrentó dificultades sociales debido a su identidad de género, que no siempre fue aceptada plenamente. Sin embargo, su historia como un hombre transgénero que luchó en la Revolución Mexicana es un testimonio de la existencia de personas transgénero en la historia del país, quienes han sido frecuentemente invisibilizadas.
Legado y reconocimiento póstumo
Amelio Robles Ávila falleció en 1984. Aunque luchó por ser reconocido como hombre durante su vida, cinco años después de su muerte, el gobierno mexicano inauguró un museo en su honor llamado Amelia Robles, en reconocimiento a su participación en la Revolución Mexicana. Asimismo, una escuela primaria en su pueblo natal lleva su nombre, Coronela Amelia Robles, perpetuando su legado.
A pesar de las dificultades que enfrentó durante su vida, Amelio Robles es una figura clave en la historia de la Revolución Mexicana y en la historia de las personas transgénero en México. Su vida demuestra que, aunque el reconocimiento y la aceptación fueron limitados en su tiempo, las personas transgénero han existido siempre y han sido parte integral de la historia del país