Revela informe de Chainalysis el uso de activos digitales por parte del crimen organizado
Un informe reciente de Chainalysis, firma especializada en análisis forense de blockchain, revela cómo organizaciones criminales, incluidos los principales cárteles mexicanos, están utilizando criptomonedas para financiar y facilitar el tráfico internacional de fentanilo, el opioide sintético responsable de una crisis de salud pública en Estados Unidos y otras regiones del mundo.
La investigación, publicada en abril de 2025, documenta con evidencia transaccional cómo el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) han incorporado el uso de activos digitales como Bitcoin y Tether (USDT) para adquirir precursores químicos provenientes de proveedores ubicados en China. Estos insumos son fundamentales para la producción ilegal de fentanilo en laboratorios clandestinos instalados principalmente en territorio mexicano.
Desde 2018, Chainalysis ha logrado rastrear más de 37.8 millones de dólares en transacciones en criptomonedas vinculadas a empresas químicas que operan desde Asia, muchas de las cuales no solo comercializan precursores, sino que también ofrecen abiertamente fentanilo ya procesado, heroína y otras sustancias ilícitas, a través de plataformas de la dark web, foros cerrados y redes sociales. Algunas incluso aceptan pagos directos en criptodivisas desde sus propios sitios web.
Criptoactivos: un arma de doble filo
El uso de criptomonedas por parte del crimen organizado no es nuevo, pero la sofisticación y sistematicidad con la que se emplean para sostener el tráfico de drogas sintéticas representa una escalada alarmante, advierte el informe. Los activos digitales permiten a los cárteles evadir los sistemas financieros tradicionales, ocultar el origen y destino de los fondos, y realizar operaciones transfronterizas con un grado de anonimato que dificulta el rastreo inmediato.
Sin embargo, la misma tecnología que les da ventajas puede ser utilizada en su contra. Herramientas como las que ofrece Chainalysis permiten mapear transacciones, identificar patrones anómalos y vincular billeteras virtuales a actores específicos, facilitando así la labor de autoridades judiciales y agencias internacionales encargadas del combate al narcotráfico.
“El uso de criptoactivos por parte de los cárteles para el tráfico de fentanilo refleja la urgencia de una vigilancia más estratégica y coordinada. Las criptomonedas no sólo implican riesgos, también representan una oportunidad para fortalecer las investigaciones, gracias a su trazabilidad inherente”, señaló Carlos Jaramillo, director de ventas del sector público para América Latina en Chainalysis.
Cooperación global para enfrentar una crisis transnacional
El informe subraya que enfrentar la crisis del fentanilo —una droga entre 50 y 100 veces más potente que la morfina— no se limita al combate directo contra el narcomenudeo o la interdicción de cargamentos. Es imprescindible seguir la ruta del dinero: detectar y desarticular las redes financieras que permiten adquirir los insumos, pagar a distribuidores, lavar ganancias y reinvertir en la operación criminal.
Por ello, Chainalysis hace un llamado a fortalecer la cooperación internacional entre gobiernos, agencias de seguridad, plataformas de intercambio de criptoactivos y empresas tecnológicas. Una estrategia conjunta permitiría interrumpir las cadenas de suministro que operan mediante blockchain, sin obstaculizar el desarrollo legítimo del ecosistema cripto.
La expansión del fentanilo ha cobrado decenas de miles de vidas tan solo en Estados Unidos, y su producción involucra a actores globales: proveedores químicos chinos, cárteles mexicanos y redes de distribución en Europa, Asia y América del Norte. El uso de criptomonedas es un eslabón central en esta cadena de muerte, y también una puerta para intervenirla con inteligencia y precisión.