El Centro de Reinserción Social Varonil de Aguascalientes, ubicado en la salida a Calvillo, vivió horas de tensión, humo y caos tras un presunto intento de ataque contra internos vinculados con “El Charro”, recientemente detenido por fuerzas federales. Lo que comenzó como un altercado entre reclusos derivó en un fuerte operativo de seguridad con la intervención del Ejército, la Guardia Nacional y corporaciones estatales.
De acuerdo con los primeros reportes, las autoridades estatales habrían perdido el control del penal durante varios minutos, lo que obligó la intervención de fuerzas federales para restablecer el orden. Testigos y familiares reportaron detonaciones y columnas de humo que salían del reclusorio, mientras ambulancias, bomberos y personal de Protección Civil se movilizaban para auxiliar a los heridos.
A las afueras del penal, decenas de familiares de internos exigían información. Entre gritos y llanto pedían ingresar para conocer el estado de sus seres queridos.
“Queremos saber si están vivos, nadie nos dice nada”, reclamó una de las mujeres que permanecía en el acceso principal, resguardado por policías estatales.
Horas más tarde, el secretario general de Gobierno, Antonio Arámbula, confirmó que tres internos fueron trasladados a recibir atención médica: Juan Bulmaro Gutiérrez García, José Abraham Torres Quintero y Juan César González Ramírez.
“Nada más esas tres personas, son las personas heridas, nadie más. Todos los demás están bien”, aseguró el funcionario.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública del Estado, Antonio Martínez Romo, informó que la situación fue totalmente controlada y que se trató de una riña entre internos, descartando un motín o intento de fuga.
“Gracias a la rápida y oportuna intervención del personal de seguridad, fue controlada la situación. En ningún momento estuvo en riesgo la seguridad del resto de la población penitenciaria ni del personal operativo”, sostuvo Martínez Romo, quien reiteró que los operativos de supervisión en los centros penitenciarios continuarán de forma permanente.
En tanto, desde el Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes se exigió información veraz sobre lo ocurrido, así como garantizar la seguridad de las personas privadas de la libertad. También señalaron que ya se había denunciado previamente la presencia de violencia, tortura y extorsión dentro del penal.
Algunos familiares aseguran que existe un “cobro de piso” al interior del Cereso, donde los internos deben pagar más de 200 pesos semanales para no ser agredidos, y que las cuotas se depositan en cuentas de tiendas Oxxo.
De acuerdo con las autoridades, la situación en el Cereso permanece bajo control, asegurando que se mantendrá la vigilancia y operativos de supervisión en la zona mientras se esclarecen los hechos y se determina con precisión el origen del conflicto.
