La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que la entrega de Rafael Caro Quintero a Estados Unidos fue una determinación de seguridad nacional tomada por el Consejo de Seguridad Nacional, y no una instrucción directa del presidente estadounidense, Donald Trump, como lo afirmó la fiscal norteamericana Pam Bondi.
“Fue una decisión de seguridad nacional y también había una petición del Gobierno de Estados Unidos, de la Fiscalía de Estados Unidos. Pero la decisión se tomó aquí en el Consejo de Seguridad por razones de seguridad nacional”, explicó la mandataria en conferencia de prensa desde Palacio Nacional.
Sheinbaum remarcó que, aunque sí existió un requerimiento formal de las autoridades estadounidenses para procesar al llamado narco de narcos, la “última palabra” estuvo en manos del Gobierno de México.
La declaración surge después de que Bondi afirmara que “en febrero, por orden del presidente Trump, recibimos la custodia del asesino de Kiki desde México”, en referencia al caso del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, secuestrado y asesinado en 1985.
La presidenta subrayó que la medida se adoptó bajo la Ley de Seguridad Nacional y que su gobierno ya ha procedido a la expulsión de más de 50 líderes del narcotráfico en lo que va del año, en dos operativos distintos. En el primero, realizado en febrero, se incluyó a Miguel Treviño Morales, alias “Z-40”, y Omar Treviño Morales, alias “Z-42”. En el segundo, fueron entregados 26 integrantes del crimen organizado, entre ellos Abigael González Valencia, líder de “Los Cuinis”, grupo vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación.
Sheinbaum adelantó que existen más solicitudes de extradición por parte de Estados Unidos, aunque no detalló cuántas ni contra quiénes.