Tras cumplir años de servicio fueron donados a familias que acreditaron darles condiciones de vida óptimas.
En una emotiva ceremonia solemne, la Guardia Nacional despidió con honores a 40 ejemplares caninos que concluyeron su etapa activa de servicio tras años de entrega y disciplina al lado de sus entrenadores. Estos animales, que formaron parte de distintas unidades especializadas —incluyendo detección de narcóticos, explosivos, armas y labores de búsqueda y rescate— fueron reconocidos por su contribución a la seguridad del país.
Los canes jubilados fueron entregados en adopción a familias previamente evaluadas, que demostraron poder ofrecerles una vida digna, con condiciones óptimas para su descanso, bienestar y cuidado. El proceso de adopción, coordinado por la Guardia Nacional, incluyó criterios de selección rigurosos para asegurar que estos ejemplares, acostumbrados a la actividad y el trabajo constante, transiten de forma segura y afectiva a una etapa de retiro familiar.
Durante la ceremonia, se destacó la lealtad, valentía y profesionalismo de estos “guardianes de cuatro patas”, cuya labor fue fundamental en múltiples operativos a lo largo del territorio nacional. Sus acciones silenciosas, pero decisivas, han permitido asegurar cargamentos ilegales, localizar personas desaparecidas y proteger instalaciones estratégicas.
“La entrega de estos binomios a familias comprometidas representa un acto de justicia y gratitud. Ellos también son parte de nuestra historia de servicio a México”, señaló un vocero de la corporación durante el acto oficial. La institución reiteró el reconocimiento a estos compañeros silenciosos que, desde su lugar en las filas de la Guardia Nacional, contribuyeron a la construcción de un país más seguro.
La jubilación de los canes forma parte de un protocolo institucional que asegura un retiro digno a los animales que han servido al Estado mexicano, promoviendo además una cultura de cuidado y respeto hacia los animales de trabajo.