“No creo que vayamos a censurar nada”, prometió Donald Trump
Trump cumple promesa de transparencia histórica; FBI descubre 2,400 archivos adicionales en medio de críticas y expectativas
El gobierno de Estados Unidos inició este martes la desclasificación sin precedentes de más de 80,000 páginas de documentos relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963, cumpliendo una promesa realizada por el expresidente Donald Trump durante su campaña electoral. La medida, que incluye archivos previamente retenidos por agencias de inteligencia, busca arrojar luz sobre uno de los eventos más oscuros de la historia estadounidense, marcado por décadas de teorías conspirativas.
Un compromiso de transparencia
En una declaración desde el Centro Kennedy en Washington, Trump afirmó: “Mañana anunciaremos y entregaremos todos los archivos de Kennedy. He instruido a mi equipo: no habrá censura. Es un deber con la historia y con el pueblo”. Aunque admitió no haber revisado personalmente los documentos, recalcó su compromiso: “Dije durante la campaña que lo haría, y soy un hombre de palabra”.
La orden ejecutiva firmada por Trump en enero no solo abarca el magnicidio de JFK, sino también los asesinatos de su hermano, el senador Robert F. Kennedy (1968), y del líder civil Martin Luther King Jr. (1968). El mandato exigía a la Dirección de Inteligencia Nacional y al Departamento de Justicia presentar un plan en 15 días para la divulgación completa de los expedientes de JFK, y en 45 días para los casos de RFK y MLK.
FBI descubre 2,400 archivos inéditos
En un giro sorpresivo, el FBI anunció el hallazgo de 2,400 documentos previamente no identificados durante un proceso de digitalización de registros en su Complejo de Registros Centrales, establecido en 2020. Aunque la agencia no detalló el contenido, Jefferson Morley, experto de la Fundación Mary Ferrell —organización dedicada a preservar archivos históricos—, calificó el descubrimiento como “un paso crucial hacia la transparencia”.
“Estos archivos podrían revelar más sobre la vigilancia de la CIA a Lee Harvey Oswald en México”, señaló Morley, refiriéndose al viaje del asesino convicto a la Ciudad de México semanas antes del crimen, donde visitó las embajadas soviética y cubana. Por su parte, Gerald Posner, autor del libro “Caso Cerrado”, expresó escepticismo: “Si son realmente nuevos, cuestiona cómo se omitieron antes. Podrían ser redundantes, pero incluso eso sería revelador”.
Contexto histórico y resistencias burocráticas
La desclasificación fue ordenada originalmente en 1992 por el Congreso, pero múltiples administraciones postergaron su cumplimiento bajo el argumento de “seguridad nacional”. Trump denunció que las agencias “llevan décadas incumpliendo” y enfatizó que “la retención de estos documentos ya no es justificable”.
Actualmente, el 95% de los 5 millones de páginas de la colección en los Archivos Nacionales son públicos, pero unos 3,000 archivos permanecen parcial o totalmente ocultos. En 2017, Trump retuvo algunos por preocupaciones de inteligencia, una decisión que Joe Biden mantuvo en parte.
Impacto y teorías conspirativas
El asesinato de JFK, ocurrido el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, ha generado innumerables especulaciones. La Comisión Warren (1964) concluyó que Oswald actuó solo, pero críticos señalan inconsistencias, como el asesinato de Oswald por Jack Ruby y la posible conexión con gobiernos extranjeros.
Los documentos desclasificados en años recientes ya habían expuesto operaciones de la CIA en los años 60, incluyendo seguimientos a Oswald. Morley subraya que “la vigilancia a Oswald en México es clave. Si estos archivos la detallan, podríamos reescribir capítulos de la historia”.
Próximos pasos
Mientras el FBI transfiere los nuevos archivos a los Archivos Nacionales, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional se limita a confirmar que “el plan requerido está en marcha”, sin ofrecer plazos. Para el público y los investigadores, la esperanza es que esta apertura —finalmente— disipe sombras o, al menos, ofrezca respuestas largamente esperadas.