El Ejército Mexicano continúa su ofensiva contra el crimen organizado con una serie de operativos que han generado pérdidas millonarias para los cárteles. En Culiacán y Cosalá, Sinaloa, los efectivos militares desmantelaron narcolaboratorios, decomisaron armamento y destruyeron plantíos de droga, afectando directamente la producción y tráfico de sustancias ilegales.
A inicios de semana, las fuerzas armadas localizaron e inhabilitaron tres laboratorios clandestinos en Sinaloa, donde se almacenaban 5,450 litros de precursores químicos y 10 kilos de sosa cáustica. Estos químicos eran utilizados para la fabricación de drogas sintéticas. Este operativo se suma al desmantelamiento de otro laboratorio el domingo en Cosalá. En total, los cuatro laboratorios representaron una afectación económica de 122 millones de pesos para los grupos delictivos, según cálculos del Gabinete de Seguridad federal.
En paralelo, en Culiacán, el Ejército aseguró cinco vehículos abandonados, cuatro de ellos blindados, junto con un arsenal que incluye 30 armas largas, dos fusiles, una ametralladora, 55 cargadores, más de 10,000 cartuchos útiles, tres granadas y 32 artefactos explosivos improvisados. Este golpe debilitó la capacidad operativa del crimen organizado en la región.
Como parte de estas acciones, los militares también ubicaron y destruyeron 79 plantíos de marihuana en cinco hectáreas y 168 plantíos de amapola en 22 hectáreas, distribuidos en Sinaloa, Chihuahua, Durango y Guerrero. La destrucción de estos cultivos se realizó de manera manual y mediante incineración en los mismos terrenos, según informó el Gabinete de Seguridad federal.
Con estas operaciones, el Ejército Mexicano reafirma su compromiso de desmantelar la infraestructura y logística del narcotráfico, afectando tanto la producción como los recursos financieros de los cárteles en diversas regiones del país.